¿Por qué ocurren los accidentes de tránsito?
Siempre que nos encontramos ante un suceso eventual
o acción que involuntariamente resulta daño para las personas o las cosas,
tratamos de explicarlo, de entender por qué ocurrió y quizá nos preguntamos si
podría haberse evitado y cómo.
Los accidentes, y particularmente los de tránsito,
tienen en común el hecho de ser eventuales y que en la mayoría de las ocasiones
como resultado hay distintos tipos de daños: materiales, físicos y psíquicos.
La declaración
de la emergencia vial por parte de las autoridades municipales en Río
Gallegos no parece, en principio, haber influido sobre conductores y demás
usuarios, ya que día a día se siguen sucediendo los siniestros en las calles de la ciudad.
Es así que a esta altura del año 2010, los
accidentes más graves, aquellos en los se registran víctimas fatales ya han
superado los acontecidos durante el mismo periodo del año 2009.
Aunque no siempre seamos concientes de ello, son numerosos los riesgos
que asumimos cada vez que conducimos un vehículo, o incluso al ir caminando. La
rutina y otros múltiples factores nos llevan a perder el cuidado sobre los
aspectos que deberíamos considerar al momento de salir de nuestros hogares.
Prestar especial atención a las normas de tránsito y concentrarnos en
lo que hacemos debería ser suficiente para mejorar la calidad de nuestro manejo,
pero lamentablemente vivimos acelerados y vamos de un lado a otro sin cuidar de
nosotros y de los que nos rodean.
En un corto viaje a cualquier punto de la ciudad puede observarse que
el nivel de desaprensión que existe al transitar, alcanza a gran parte de los
automovilistas particulares, de vehículos de alquiler, de transporte público,
de servicios de emergencia, de fuerzas de seguridad, peatones, ciclistas,
motociclistas, etc.
La Dirección de Tránsito de la Municipalidad de Río Gallegos publica
en su sitio web los factores que influyen en un accidente. Sería importante que
reflexionemos sobre los aspectos que particularmente nos están afectando para
ocuparnos de ello y contribuir así a la buena convivencia en materia de tránsito.
Personalmente, considero que existe una especie de violencia vial que
no sólo se manifiesta en malas maniobras o falta de respeto a las normas de
tránsito, sino que consiste en malas actitudes al conducir: gestos obscenos,
insultos, bocinazos en exceso, aceleradas provocadoras, etc. Si a esto sumamos
el hecho que vivimos apurados el resultado está a la vista de todos.
No hay comentarios:
Publicar un comentario